Mogarde

Hoy la salida de Samos se ha realizado batiendo el record de levantamiento temprano. Los benedictos a las 6 de la mañana nos han encendido la luz y para fuera. Hemos hecho hora como hemos podido en el bar de enfrente hasta que se ha hecho de día que nosotros, como creo es sabido, no somos de andar de noche.
Después del superdesayuno hemos despedido a Arantxita que se ha ido a Sarria al ambulatorio a que le vean su uña infectada.
Hemos ido andando hasta Sarria sin apenas parar solo en el accidente que nos hemos encontrado de un coche estrellándose casi con una bicigrina. No ha ocurrido nada grave pero han estado a punto de liarse. Por favor conductores, velen por nuestros peregrinos.
En Sarria hemos estado desayunando unas 3 horas entre que nos despedíamos de Arantxa que tiene que marchar para Santiago y esperábamos a Ena, Cesar y Marichu.
Ena y Cesar se han marchado a Barbadelo junto con nuestros amigos italianos, aunque los primeros han tenido que terminar durmiendo en la casa del guarda del cementerio.
Nosotros hemos reservado durante el camino un Albergue Rural de Peregrinos en Mogarde, un pueblo de 1 casa que es el hostal, y con 10 vacas y 2 perros. El albergue genial, más que nada una casita rural, aunque los que lo regentan tiene la cordialidad que se caracteriza aquí en la hostelería.
Aunque a mí me ha costado horrores llegar y casi los últimos kms cojeando, ha merecido la pena porque así son menos kms para mañana.
Hemos estado toda la tarde de cervecitas con Emilio, un sevillano apañado graciosete como los sevillanos, y Tomas y Abel, dos granadinos padre e hijo que se iban a hacer unas etapitas.
A mi me ha tocado compartir cuarto con Cristina y Sonia, dos catalanas muy apañadas que van a hacer Sarria-Santiago en 9 o 10 diitas. Un ejemplo a seguir de lo que es disfrutar el camino, aunque nos creas que así puedas dormir en albergue, al igual que los que llevamos más de 400 kms.
Tras lavar y planchar, y recoger a Mónica y Laura que han llegado a las 20, hemos cenado un caldito gallego con berzas que no tenía ni un fideíto ni carne ni na de na. Alguna cosita más nos han puesto pero como decía, la cordialidad y detalles han destacado por su ausencia.
Tras la cena, hemos estado unas horitas de charla y de masajitos entre Luis y Emilio y nuestras dos badaloninas. Yo me he acostado tempranito porque mi tendón de Aquiles me está matando y voy a ver si reposando no llega a romperse.
Quedan 99,5 kms