viernes, 24 de agosto de 2007

Samos

La jornada de hoy pretendía ser tranquila, cortita y relajada pero al final hemos rizado el rizo. A las 7 la mañana me ha despertado Arantxa por que prácticamente solo quedábamos en el albergue ella y Eva, Mónica y Laura, y yo. Corriendo me he vestido, el colgado la ropa húmeda lavada el día anterior en mi mochila tenderete y me he ido a desayunar. Me he encontrado con Evi, Roy y Luis que estaban en el bar de enfrente y ya he salido con ellos junto con Eva y Arantxa. Como hemos podido hemos salido de Cebreiro por culpa de las nieblas que ponen aquí para que la gente no salga. Comentan que ha habido casos, y no muy lejanos, que han estado por lo menos 1 hora perdidos a la mañana.. Después de eso nos hemos puesto a bajar a tutiplén hasta que por fin ha desaparecido la nube que no nos dejaba en paz.
El amaiketako nos lo hemos tomado todos juntos, incluidos Cesar, Ena, Marichu, Mónica y Laura en un pueblecito perdio de la mano de dios pero que tenía una empanada bastante apañada. Como buenamente hemos podido los cojitos hemos llegado hasta Triacastela, después de que un viejito nos explicara durante aproximadamente media hora como se usa un bastón y otros conocimientos básicos del peregrino, y con un retraso de unas 2 horas sobre el primero que ha sido Roy. Cesar y Mónica tienen principios de tendinitis, Arantxa una uña infectada y a mi ahora me ha cambiado el tobillo por el tendón de Aquiles del mismo pie.
El almuerzo ha estado bastante bien, nos hemos juntado mucha gente que nos hemos ido encontrando en el camino, y con formas de ser y edades muy diversas. Realmente gratificante. Tras el mismo, unos cuantos, Luis, Roy, Evy, Arantxa, Eva y yo nos hemos ido para Samos. El camino ha sido mortal y lo único gratificante un bañito de pies en un rio que nos hemos encontrado. Los últimos 3 kms me han sido interminables, ya cojeando y sediento porque me había bebido todo el agua que llevaba. Todo lo bello del paisaje me lo he perdido pues estaba mirando al suelo contando los pasos que me faltaban por llegar.
El monasterio de Samos donde íbamos a quedarnos a dormir una autentica obra de arte, majestuoso y totalmente rodeado de jardines increíbles.
Tras alojarnos con los monjes benedictinos, me he quedado un rato en reposo y mientras he conocido a Stephanie, una alemana mu guapetona que está haciendo su tesis en el camino y ha tenido un rato entretenidos a Roy y Luis con encuestas.
Después de eso nos hemos ido a cenar unas tapitas de jamón, queso y chorizo caseros del Carrefour. Tras unas cervecitas y futbolines, a las 00 a dormir.
Quedan 126 kms

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No entiendo. ¿Ésta es la crónica de ayer y la escribes hoy a las 13:21? No entiendo esto de la tecnología.

¿Qué plan de ruta tienes para hacer en 8 o 9 días 126 kilómetros con ese pie en ese estado?

Llegado el momento y por causa mayor, ¿se pueden hacer trampas y hacer algunos kilómetros ayudados por algún otro medio de transporte para no perderse la llegada a Santiago?

Es sólo curiosidad de alguien que no saba nada de esto del peregrinaje.

Suerte con esa lesión.

Chema Prados dijo...

Se nota amigo anonimo que no sabes del camino ni de galicia. Aqui no suele haber cobertura 3G en el 99% de los pueblos pero aun asi haremos un esfuerzo por publicarlo todo.
Respecto a lo de las trampas, no es nuestro estilo y aunque sea haremos los ultimos 100 arrastrando.
Tranqui que seguro que leyendo este blog te pones al dia del camino.