O Cebreiro

Hoy , aun habiéndonos dicho Rosa que nos podíamos levantar a la hora que quisiéramos, nos hemos dado un madrugón y a las 7 estábamos ya despiertos. Entre que hemos recogido nos han dado las 8 y ha sido la primera vez que no he salido el ultimo de un albergue pues aun quedaban las paisanas sevillanas voleteando por allí. Hemos ido al bar a desayunar y ya habían llegado Ena y Cesar que venían del pueblo anterior. Cafelito rápido y carretera. Por un lado en la testa de carrera han ido Luis, Roy y Evi que querían marcar el record de subida al pico, y por otro Ena, Cesar y yo, que como estamos medio lesionados, íbamos a marcar el record de paradas en el mismo camino.
Entre que Cesar está empezando a estar malito, yo sigo con lo mío, y mi lucerillo acaba de salir de una jodienda de rodilla, eso uno a la perdida de los bastones de ambos y que hemos pasado por unos 20 sitios que vendían palos simplemente por comparar en tamaño y peso con su nuevo paloescoba de peregrino, hemos llegado al pueblo del amaiketako como 1 hora más tarde que los chicos veloces. Como ya estamos casi en Galicia, aquí no hay tortilla, así que hemos tenido que tomar una trozo de empanada cada uno, tremendísima por cierto la de zamburiñas, que aunque no es lo mismo alimenta algo tb. Después de eso hemos seguido el camino los dos grupos por separado pues los ritmos eran un poco diferentes. Nosotros paseando como caperucita con el lobo muerto, y a ellos les faltaba hacer bip bip y buscar las trampas que les pusiera el coyote. Carmen, la otra sevillana de las plumitas en el gorro, iba contando a los peregrinos que la habían pasao y le habían despeinao el flequillo.
Mientras, nosotros 3, que continuábamos con nuestro ritmo, nos hemos encontrado con Marichu, que sigue igual de mal de sus pies, así que se ha unido al grupo de los 4 cojitos del apocalipsis. Ya justo cuando la hemos encontrado estaba la Herrería, el pueblo desde el cual comienza la subidita al pico. Explicar esto es complicado, y mas teniendo en cuenta que esto lo leen niños, pero solo decir que me cag.. en la cuestecita de los coj..nes. En teoría son solo 7 kms, pero se hacen como 70. Los primeros 3 son muy divertidos, entre carretera, preparativos y calzadita romana del siglo que los romanos se aburrían y se dedicaban a poner piedrecitas pa que los peregrinos tropezaran en las cuestas arriba. A los 3 esta la faba, donde nos hemos parao durante nuestra buena horita a tomar una cervecita y volver a la horizontalidad. Tras el descanso hemos tirado para arriba arriba, pasando por prados y valles impresionantes que dicen que es lo que hace que merezca la pena la subida. Es mentira porque la carretera está al lado y se puede subir perfectamente en coche. A los 2 kms hemos vuelto a parar en otro pueblo caracterizado por tener las calles llenas de mierda de vaca y de mosca donde nos hemos tomado otra cervecita y otra paradita. Después hemos andado 1 kilometrillo mas y hemos llegado a la frontera de Galicia, ya estamos en Galicia!!! Y fotitos, muchas fotitos de rigor. Ya hemos dado el ultimo empujón y por fin hemos llegado al precioso pueblo de O Cebreiro que hay que decir que está muy bien comunicado con carreteras y líneas de autobuses con el resto de España y para nada hay que hacer la barbaridad que hemos hecho hoy nosotros para verlo. Hemos llegado los 4 para que nos hicieran nuevos, después de unas 5 horitas de subida. Lo siguiente ha sido irnos para el albergue, duchita que hoy realmente hacia muuucha falta, y lavado de ropa a mano. Si es que la vida de peregrino no tiene descanso. A las 7 la tarde nos hemos ido a comer, menos mal que me imaginé como iba a ser el día y amaiketaké 2 trozos de empanada en vez de 1 por si las moscas.
Tras un caldito gallego y una ración de huevos, papas y filetes me ha vuelto la circulación a las piernas y ya hemos dado un paseíto por el pueblo para echarnos alguna fotillo por las vistas del pueblo y porque nos lo ha pedido la Pilu, que hoy he acabado hasta el gorro de camarita. Sobre las 21 ya se han ido Marichu, Ena y Cesar a curarse los pies, Evi a una misa que daban en la iglesia del pueblo, y Roy, Luis, y Marcos y Sara, la pareja de Badajoz, a agradecer a San Miguel que hayamos llegado sanos y salvos hasta aquí arriba. Hemos vuelto al albergue sobre las 23, con una niebla de espanto, pa recoger la ropa y meternos en los dulces brazos de Morfeo. Mañana toca bajadita, a ver como se nos da.
Quedan 152 kms